domingo, 20 de diciembre de 2015

Creando una red local II

El otro día, estuve creando una red local, aunque de forma un poco diferente a como lo hicimos en esta entrada. Consistía en asignar una IP a dos equipos en cada mesa (había un total de cuatro mesas), conectados a un switch, que a su vez estaría conectado a un superswitch.
A cada equipo le fuimos asignando una IP diferente, tal que así:

MESA 1 (Switch1)
- 192.168.0.10
- 192.168.0.20
- 192.168.0.90

MESA 2 (Switch2)
- 192.168.0.30
- 192.168.0.40

MESA 3 (Switch3)
- 192.168.0.50
- 192.168.0.60

MESA 4 (Switch4)
- 192.168.0.70
- 192.168.0.80

De los equipos a los switches, se usaba un cable Ethernet RJ-45 directo y de los switches al superswitch uno cruzado.


Para asignar las direcciones IP a los equipos, hay que seguir el mismo procedimiento que seguimos en la entrada que hemos mencionado al inicio del artículo.

El objetivo final de todo esto era que todos los nueve equipos pudieran hacerse ping entre ellos, así que, si esto ocurre, ya podemos dar la prueba por finalizada. Recuerda que para que los equipos puedan hacerse ping entre ellos correctamente, hay que desactivar el Firewall de Windows.

El procedimiento a seguir en esta prueba está plasmado en este archivo de PacketTracer.

Además de esto, también hicimos otra prueba que consistía en unir varias redes locales con un router, asignando a cada ordenador una IP de un gateway diferente al resto. Esta es una prueba que no conseguimos terminar, ya que el modelo del router Cisco que teníamos no permitía tener asignadas varias direcciones IP.



A pesar de no lograr terminar esta prueba, sí que conseguimos montar el escenario. Las direcciones IP asignadas eran las siguientes:

- 192.168.70.7 (gateway: 192.168.70.1)
- 192.168.80.8 (gateway: 192.168.80.1)
- 192.168.50.5 (gateway: 192.168.50.1)
- 192.168.60.6 (gateway: 192.168.60.1)
- 192.168.10.10 (gateway: 192.168.10.1)
- 192.168.20.20 (gateway: 192.168.20.1)
- 192.168.30.30 (gateway: 192.168.30.1)
- 192.168.40.40 (gateway: 192.168.40.1)

Puedes descargar el escenario realizado con el programa Cisco PacketTracer desde aquí.

Muchas gracias por haber visitado el artículo, espero que te haya servido. Recuerda que, si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que quieras a través de los comentarios :-)

sábado, 5 de diciembre de 2015

Li-Fi: la conexión inalámbrica del futuro

En el año 2000, la WECA (Wireless Ethernet Compatibility Alliance) -actualmente llamada Wi-Fi Alliance- certificó la interoperabilidad de equipos según la norma IEEE 802.11b. Desde entonces, llevamos muchos años usando la comunicación inalámbrica para todos nuestros dispositivos: para nuestros smartphones, para nuestras tablets, para nuestros ordenadores... A pesar de que la conexión inalámbrica es más inestable que la conexión por cable, llevamos años usándola para conectarnos a Internet.

En casi todos los lugares del mundo existe un punto de acceso Wi-Fi: en los hoteles, en las cafeterías, en los institutos y hasta en nuestros propios hogares. A pesar de que, recientemente, con la instalación de fibra óptica en tantos hogares, se está volviendo a utilizar más la conexión por cable Ethernet RJ-45 para aprovechar al máximo la velocidad que nos ofrece la fibra, tenemos un montón de dispositivos que utilizan una conexión inalámbrica, ya sea por Wi-Fi o por datos móviles.

Las mayores desventajas de la conexión inalámbrica por Wi-Fi es que su rendimiento puede verse afectado por algunos factores como la distancia, las interferencias que puedan ser causadas por otras redes o el riesgo de que alguien pueda adivinar nuestra contraseña para así conectarse a Internet de manera gratuita o ver todo el tráfico de nuestra red.

También, una desventaja del Wi-Fi frente a la conexión por cable, es que por cable recibimos (en la mayoría de las ocasiones), toda la velocidad que la compañía nos esté ofreciendo (aunque puede haber casos en que no sea así, ya sea porque nuestra tarjeta de red no cumple los requisitos para ello o por cualquier otro motivo) y por Wi-Fi, ni aún estando al lado del router (a no ser que este sea muy potente, algo que eleva el precio) vamos a recibir toda la velocidad que tenemos contratada.

Pero, ¿qué pasaría si llegara una conexión inalámbrica cien veces más rápida que el Wi-Fi, más segura y menos sensible a interferencias?

Recientemente, Velmenni, una compañía de Estonia, ha estado probando una nueva tecnología en sus oficinas llamada Li-Fi.


Esta tecnología fue presentada en 2011 por el profesor Harald Haas (puedes ver el vídeo de la presentación aquí) y, a diferencia del Wi-Fi, es menos sensible a interferencias, ya que en vez de ir por ondas de radio, va por la luz: una bombilla de LED que se apagaría y encendería rápidamente (esto no sería visible al ojo humano) podría permitir enviar y recibir información a cualquiera de nuestros dispositivos.

La conexión por Li-Fi alcanza velocidades muy superiores al Wi-Fi y nos podría ofrecer hasta 224Gbps, lo cual, supondría un avance bastante importante.

Además, esta nueva tecnología es mucho más segura que el Wi-Fi, ya que, si alguien accediese a nuestra red por Wi-Fi, podemos no darnos cuenta, pero si alguien accede a nuestra red por Li-Fi, nos daríamos cuenta, ya que tendría que tener un dispositivo recibiendo las señales de luz de nuestro LED (y se supone que nadie iría entrando libremente por las casas para poder conectarse a Internet o para espiar los datos de las personas que vivan en cada hogar, o al menos, eso creo).

No obstante, el Li-Fi tiene algunos inconvenientes frente al Wi-Fi, como por ejemplo, que solamente podría ser usada en un área abierta. Es decir, si nos vamos a la habitación de al lado, dejaríamos de recibir las señales de luz necesarias para conectarnos a Internet; cosa que, con el Wi-Fi, a pesar de que no obtengamos el rendimiento deseado, sí que lo podemos hacer. De todas formas, para solucionar esto último, pondríamos poner un LED en cada habitación en la que necesitáramos Internet y ya no habría problema.

Eso sí, cabe destacar que, al menos de momento, la conexión por Li-Fi no sería un sustituto del Wi-Fi, sino que complementaría la conexión inalámbrica que llevamos años usando, pues en hoteles, en institutos, y en general, lugares donde haya muchas habitaciones y haya que moverse mucho entre ellas, convendría más usar Wi-Fi para poder tener conectividad en todas las áreas que quisiéramos.

A pesar de esto, el Li-Fi sería la conexión ideal para hogares y pequeñas oficinas. Además, si esta tecnología mejorara, con el paso del tiempo, se podrían enviar señales, por ejemplo, desde una farola hasta un sensor de tu coche, que te indicara el tráfico que va a haber, si una calle está cortada, etc.

Todo esto, sin duda, haría al Li-Fi la conexión inalámbrica del futuro. Aunque, teniendo en cuenta que la tecnología avanza a pasos agigantados, seguramente no nos quede mucho para decir que la usamos en nuestras casas y en nuestras oficinas.